jueves, 5 de marzo de 2015

Blanca como la nieve, roja como la sangre

Desde luego, después de terminar Bajo la misma estrella no apetece mucho volver a otra historia en la que la que el cáncer tenga un papel protagonista. A pesar de ello, el comentario de algún amigo y su título sugerente, me animaron a leer Blanca como la nieve, roja como la sangre.

Leo es un chaval de 16 años al que le apasiona el fútbol, las carreras de motos, comer hamburguesas en el "Mac", pasarlo bien con Niko y Silvia, sus amigos, y pensar en Beatrice, una chica pelirroja de su colegio que le tiene embelesado y con la que nunca se ha atrevido a cruzar una sola palabra. 

Su día a día gira en torno a estas cosas cuando llega un profesor nuevo  para sustituir a una maestra que tiene que ausentarse un tiempo. Este profesor, al que llamarán "El soñador", prenderá en la cabeza de Leo una chispa que le hará preguntarse por cosas por las que antes no tenía apenas interés: el sentido de la vida, sus miedos, sus ideales y la forma en que puede perseguirlos para hacerlos realidad. 

Tanto este profesor como la grave enfermedad que sufre Beatrice harán ver a Leo el mundo de una forma nueva. De un modo natural, tanto que a veces él mismo se quedará perplejo, las prioridades de Leo comenzarán a cambiar. Estará dispuesto a perderse un partido de fútbol por ayudar a una amiga o  jugarse la vida por entregar una carta de amor en mano.

Me ha parecido un libro más realista que Bajo la misma estrella. El pensamiento y la manera de funcionar de un chaval de 16 años se asemeja más al descrito por Alessandro D´Avenia. Los pensamientos de Leo surgen a borbotones, en frases cortas, una detrás de otra, casi sin orden. Tanto es así que al principio el ritmo de la narración resulta un poco incómodo. Pero eso forma parte de la transformación que nos ofrece D´Avenia. Conforme Leo comienza su proceso interno de maduración el ritmo narrativo se va haciendo más sereno.

El resto de personajes son coprotagonistas de esa transformación que sufre Leo, especialmente Silvia que lleva con resignación que el chico la vea sólo como su mejor amiga. D´Avenia plantea al lector una comparación entre el amor irreal, ese que idealiza y da una importancia excesiva al físico y un amor que sin desechar lo físico tiene también en cuenta una afinidad más real y unos intereses comunes.

Al final he disfrutado leyéndolo y creo que puede ser una buena lectura para chicos a partir de 3º de la ESO, también para los padres porque les introduce en la cabeza y el corazón de sus hijos a esa edad. Evidentemente, con esa portada, pocos adolescentes se atreverán a llevarlo en su cartera si no es un Kindle.

Blanca como la nieve, roja como la sangre
Alessandro D´Avenia
Grijalbo. Barcelona, 2010.. 250 págs.
Traducción de César Palma.

2 comentarios:

  1. Hola Álvaro, soy una lectora de 1º de la ESO que lee bastante y quiero leerme este libro. ¿Me lo recomendarías?

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  2. Hola lectora anónima, gracias en primer lugar por animarte a preguntar. Este no es un blog en el que busque interactuar mucho pero cualquier comentario o consulta me hace mucha ilusión y te respondo encantado.

    Creo que Blanca como la nieve, roja como la sangre es un libro principalmente dirigido a chicos y chicas un poco más mayores. Te recomiendo que lo leas pero quizá dentro de un año o dos, entonces le sacarás más provecho. Es una historia muy bonita pero el protagonista es un chico que cuenta lo que le pasa a borbotes y meterte en la cabeza de un chico de 16 tan pronto puede ser un poco rollo.
    Te recomendaría en cambio otro libro que me estoy leyendo, aunque no lo he terminado, que se titula "Y sin embargo contento".

    Si eres una gran lectora estaré encantado de saber qué opinas sobre libros que nos hayamos leído los dos o que me recomiendes libros que te hayan gustado mucho.

    Espero que mi respuesta te sea útil.

    Un abrazo.

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