jueves, 26 de febrero de 2015

Luces de Septiembre

Cuando publiqué el post sobre las novelas juveniles de Carlos Ruiz Zafón,  mi amiga Mª Teresa me hizo un comentario en Facebook en el que me decía que había leído Luces de Septiembre y le había gustado aunque me advertía que daba un poco de miedo y no estaba segura de que fuera para un público muy juvenil.

A los pocos días, Isabel (12) ya se había leído El Palacio de la Medianoche y le había gustado mucho la historia de la Chowbar Society. Fuimos a la Biblioteca Pública de Algete a buscar El Príncipe de la Niebla. No lo encontramos y preguntamos por Luces de Septiembre. Estaba y nos lo llevamos. Ella empezó a leerlo pero hacia la página 97 me dijo que le daba un poco de miedo y lo iba a dejar. 

Yo, que soy un curioso, me propuse leer al menos hasta donde había llegado Isabel para saber qué había leído. Al terminar me di cuenta de que Mª Teresa tenía toda la razón: daba un poco de miedo y no era muy juvenil. Quizá por eso en la Biblioteca lo habían colocado de manera muy acertada en la estantería de mayores.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Bajo la misma estrella

"Vi la película en el cine porque iba con unas amigas que habían leído el libro y les había encantado”, me dice María sobre Bajo la misma estrella. “Luego leí el libro y me harté de llorar”. No me lo dice de un modo cursi sino con el semblante serio, como si hubiera vuelto a meterse de lleno en la historia de Hazel y Gus.



Bajo la misma estrella, de John Green, ha sido la novela más vendida en España durante 2014 según la consultora Nielsen. El libro se publicó en 2013 pero la película hizo que sus ventas se dispararan un año después. María, universitaria de primer curso (18), es un claro ejemplo de joven a la que ver la película le ha llevado luego a leer el libro. Con una peculiaridad, me dijo que lo había leído en inglés.

miércoles, 18 de febrero de 2015

La lección de August

"Papá, ¿hay más libros como éste?", me pregunta mi hijo Jorge, de diez años, refiriéndose a La lección de August. Hace unas semanas los únicos libros que le atraían eran los "superhumores", los de fútbol o los de Geronimo Stilton. ¿Qué ha pasado? ¿A qué se debe esta pregunta? Pues a que el libro es realmente bueno. 

Hacía tan sólo unos días que Jorge había comenzado a leer en el ebook de su madre la historia de August Pullman (Auggie para los que le quieren bien), un niño de su edad que debido a una enfermedad de nacimiento tiene la cara deforme, pero deforme de verdad, ya me entendéis. Sus padres y su hermana Olivia (Via), de quince años, se han preocupado bastante de no exponerle ante los demás para evitarle sufrimientos gratuitos, pero ha llegado la hora de que vaya al colegio. Piensan que el comienzo de la secundaria puede ser un buen momento para hacerlo. Todos los alumnos empiezan un nuevo ciclo y no todos se conocen entre ellos. No será fácil porque son edades en las que los niños pueden llegar a ser muy crueles pero también es una época en la que se cimientan muchas buenas amistades.

miércoles, 11 de febrero de 2015

"Ahora sólo leo en verano"


Pablo entró en mi despacho con esa cara de circunstancias que pone un alumno al que no le ha ido bien el primer cuatrimestre. Sabía que no estaba citado con su coordinador para celebrar ninguna fiesta. Cuando me disponía a hablar de sus calificaciones señaló titubeante el libro de Carlos Ruiz Zafón que estaba encima de mi mesa: El Palacio de la Medianoche.

Me dijo que lo había leído, que estaba muy bien pero que de la trilogía el que más le había gustado había sido El Príncipe de la Niebla.  Me sorprendió positivamente porque ya había hablado con él varias veces y no recordaba que fuera aficionado a la lectura. Se lo comenté y me dijo que antes leía mucho, hasta 4º de la ESO, pero "ahora sólo leo en verano”. Me dejó alucinado y le pregunté si sólo tomaba helado en verano. Se rio. Prometí leerme también aquel libro para comentarlo con él. Luego la conversación siguió por otros derroteros menos literarios.

martes, 10 de febrero de 2015

Las novelas juveniles de Carlos Ruiz Zafón

Cuando fui a devolver a la biblioteca pública de Algete el libro de Laura Gallego que me había leído, volví a pasearme por las estanterías dedicadas a la literatura juvenil, cientos de libros. Después de un rato saqué de su tranquilo retiro un libro en cuyo lomo se podía leer muy bien el nombre del autor: Carlos Ruiz Zafón.

Quien se haya leído La sombra del viento (2001) —no he tenido el gusto de leer los que han venido después— sabe que la prosa de Zafón es suave y rica como la textura de una buena mousse de chocolate —ahora que está tan de moda aspirar a ser chef—. Pero la que no están conocida es su producción anterior, y especialmente su obra dirigida al público juvenil. Algo que de lo que yo tuve primera noticia al abrir aquel libro y leer la nota que Zafón escribe al comienzo: "El Palacio de la Medianoche es la segunda novela que publiqué, allá por 1994, y que forma parte junto con El Príncipe de la Niebla, Las luces de septiembre y Marina, de la serie de novelas juveniles que escribí antes de La Sombra del Viento".

lunes, 9 de febrero de 2015

Leer y soñar es lo mismo




Me llega esta imagen a través de una red social y no me resisto a incluirla en el blog. No sé quién es el autor pero ha hecho un gran trabajo porque es una bella estampa. Los niños tienen que poder familiarizarse con los libros —en papel o en ebook— desde pequeños. Si esa amistad se afianza dará grandes frutos, sobre todo interiores.

jueves, 5 de febrero de 2015

Las venas de la montaña negra

A mi hija Isabel (12 años) se le da relativamente bien la poesía y ganó el último concurso de Navidad de su clase. Como premio le dieron, entre otras cosas, un par de libros de Ala Delta, la sección de literatura juvenil de Edelvives, más concretamente de la serie verde, a partir de diez años. Los títulos eran Las venas de la montaña negra y ¿De vacaciones en México? Con aquello de que no eran muy extensos y tenía curiosidad por saber qué tipo de historias se clasifican en un "a partir de diez años", me decidí a leerlos, al mismo tiempo que Isabel.

Las venas de la montaña negra cuenta cómo Nico y Marga, dos jóvenes que han terminado el colegio y están a punto de empezar la universidad, acompañan a los padres de él a un viaje por Perú. Mientras aquellos participan en un congreso médico, ellos realizan un trayecto a pie para disfrutar del amanecer en Machu Pichu. Al regreso de aquella excursión se cruzan con un niño nativo de unos once o doce años por el que quedan fascinados. Le siguen para conocerle un poco más y su curiosidad les hará entrar en un mundo complejo de explotación infantil contra el que tratarán de luchar para defender a su nuevo amigo, un niño que por otro lado no acepta de buen grado esa ayuda.