jueves, 29 de enero de 2015

Donde los árboles cantan

Hace unos días hice una incursión en la biblioteca pública de Algete con dos de mis hijas. Las dejé investigando en la sección de libros infantiles mientras yo daba un repaso a las lecturas obligatorias de los institutos de secundaria. Me llamó la atención un libro extenso bien editado por SM pero no de los típicos de Barco de Vapor sino de otra colección. Se trataba de "Donde los árboles cantan" de Laura Gallego. La portada me pareció un poco hortera (se puede apreciar en esta entrada).


El libro cuenta la historia de Viana de Rocagris, una "dama" de 16 años que vive en un mundo ficticio ambientado en el medievo donde todo parece de color de rosa. Como miembros de la nobleza del Reino de Nortia, ella y sus padres se dirigen un año más a celebrar el solsticio de invierno al castillo del rey Radis. Allí Viana espera encontrarse con su amado Robián, apuesto caballero del que está enamorada desde temprana edad, para formalizar su compromiso y casarse con él en primavera. Pero la historia da un giro inesperado porque los bárbaros procedentes del norte liderados por Harak pronto invadirán Nortia y la someterán instalándose como los nuevos señores.





Comentario:

La historia comienza al más puro estilo "Candy Candy" (sueños románticos, besos por las esquinas, etc...) pero el giro de los acontecimientos hacen que se ponga más interesante. Obviando el modo en que Viana engaña a su marido bárbaro para evitar ser forzada a mantener relaciones con él, la parte central de la historia, apoyada en la relación que se da entre Viana y Lobo, su tutor improvisado, resulta muy entretenida. Ella no deja de ser una niña insolente que tiene que pasar por el aro de ser adiestrada por alguien a quien antaño los suyos despreciaban y él representa el arquetipo de caballero duro y solitario bajo cuya armadura se esconde un gran corazón. La historia avanza luego a través de las incursiones que hace Viana a las profundidades del bosque donde conocerá a Urik. Esta parte crea cierta expectación pero no es fácil mantenerla a lo largo de tantas páginas. Al final el desenlace parece que no llega nunca y la historia cansa un poco.


Llama la atención el individualismo exacerbado de Viana que no hace caso a las indicaciones más importantes de Lobo, poniendo muchas veces en peligro al resto de rebeldes. Actúa demasiado impulsivamente sin pensar en las consecuencias de sus actos. Por otra parte, la autora explota cierta tensión sexual entre Viana y Urik, un amor imposible que se alimentará a base de abrazos y besos, apasionados algunos de ellos.


Gallego, Laura. Donde los árboles cantan (2011). Madrid: SM, 2011; 447 pp. 978–84-675-5003–0.

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